Es probable que durante el confinamiento haya habido personas que han encontrado el tiempo para esa afición que siempre quisieron probar. O para retomar aquella otra que quedó relegada por las obligaciones diarias. Y entre todas ellas quizás se encuentre la acuarela.
Si es así, o simplemente se trate de aprovechar este tiempo estival para divertirse pintando o probando algo nuevo, este verano no habrá parón en mis clases de acuarela en Santander.
Crea y diviértete.